Y eso es lo que quiero besos (8)
Caminaba, pensaba, comía, escribía, dormía, estudiaba, siempre con antojo de besos; al despertar en las plumas de las almohadas con las ideas frescas, debajo de la cama, en la mañana con cereal y mermelada, siempre le gustaron los besos para llevar y saborear en la lejanía con literatura y calma, los guardaba con mucho cuidado en una caja que había hecho especialmente para eso y los disfrutaba en pequeñas dosis. uno a uno, eran demasiado adictivos, y los quería con los ojos, los quería tatuados, en la tarde con té, en los días lluviosos con un poco de menta, le gustaban soplados, mordidos, pisados. En la nariz con 3 cucharadas de mielancolía de los sábados. Con sabor a madre, con sabor a tí, a aquellos que todavía no conocía. Los quería corriendo, los quería olvidados, los quería morados, con los labios cerrados.
Simplemente los quería desayuno, comida y cena, siempre cuando se durmiera, y también al despertar, los quería sobre cada latido, dulces, salados, insípidos, fluidos como olas del mar...
Siempre se quieren besos.
ResponderEliminarSiempre se extrañan ese tiempo de situaciones, momentos en los que alguien te de besos, en los que alguien te llene de amor :)
me declaro adicta! =)
ResponderEliminarlastima que no siempre los consigo
un beso grande
Esos besos que dicen más que mil palabras :)
ResponderEliminarLos besos como dice el comentario de arriba dicen más que mil palabras, demuestran un afecto que nos recorre todo el cuerpo.
ResponderEliminara todo el mundo se le es adictivo los besos y mucho más si son de esa persona que queremos a nuestro lado.
beso