una lamparita en el gran cuarto oscuro

Como esta montaña rusa no hay nada que se le compare porque desde que nacemos empezamos a probar esas sensaciones agridulces que nos van templando el carácter.

Se dice que después de la tormenta siempre viene la calma… y es una calma tan bella y disfrutable que queremos que dure mucho más… o al menos los suficiente para sobrevivir a la siguiente tormenta…

Hoy no hay historia, solo yo, que después de tantas cosas por las que he pasado últimamente… hoy fui inmensamente feliz! Porque no puedo pedir más que lo que tengo ahorita… que el cambio será necesario en algún momento pero por ahora estoy mas que bien.

Mi corazón encontró las respuestas que buscaba tan intensamente y sabe que todo estará bien a final de cuentas, que todo pasa por algo y la vida nos da y nos quita a la medida que nos es necesaria.

Porque me encontré con las ganas de saltar y gritar que hace mucho no se rebelaban en mí, me sentí viva y la sonrisa salía aún cuando quisiera retenerla.

No sé que pasará de mañana, pero la pruebita de felicidad de hoy me hace darme cuenta que cuando uno quiere estar bien… no hay nada que se interponga.