v i e n t o

La primera vez que lo hizo nació como un impulso, como una necesidad imperiosa que la llamaba a expresarse.
Sus ojos miel reflejaban tantas cosas que ella no decía...
Después se volvió una costumbre y más que costumbre, un hábito, su solitaria compañía.
Quería que el mundo supiera que estaba ahí, aunque no la vieran.... y encontró en el viento una manera de enviar su mensaje.
Así cuando tenía algún secreto, se lo contaba al viento. Aquel amigo chismoso que nunca le guardó ninguno, los contaba a todos los que se cruzaban en su camino... y ella lo sabía.

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