aún así te dejaré en mis besos el amor que siento yoRespiraba lentamente y su piel blanca leche era transparente, podías ver las venas a través de ella, tan llenas de sangre, tan activas, tan vivas, tan contaminadas... Era su propio veneno el que la estaba matando. Sin embargo, sus ojos seguían brillando, innegablemente, irremediablemente, y lo hicieron hasta el último instante, ese último respiro, esa mirada final que llenaba de amor el ambiente.
Una lágrima se escapó de sus ojos, pero entendió un poco tarde que al final ella encontró la manera de estar con ellos en todo momento, el cáncer le había dado motivos, ella sólo los transformó en algo más positivo. Les regaló una parte de ella que nadie más podría tener.
qué veneno era?
ResponderEliminarMe gustan mucho tus textos, son muy profundos.
ResponderEliminarNunca dejes de hacerlo :)
un beso
Pero que precioso, cuando estamos al borde de la muerte muchas cosas cambian, pero me ah llegado al corazón. me encanto :)
ResponderEliminarRealmente nostálgico y conmovedor.
ResponderEliminarUn abrazo!
Lo importante es la manera en que nos enfrentamos a las cosas y no tanto las cosas mismas.
ResponderEliminarLes regaló un pedacito de su corazón, para que pudieran recordarla siempre, tras su marcha.
ResponderEliminarPrecioso, me ha gustado muchísimo.
Un beso MUYGRANDE :)
P.D.: me encanta este nuevo diseño del blog.
Me encanto.
ResponderEliminarY más las primeras palabras.
:)
UN beso,