De cuando comenzó el juego.

El y yo teníamos algo diferente. No estaba bien, pero lo disfrutaba a cada momento. Ésa incertidumbre. No sabía que tan involucrados estábamos hasta el día que lo vi derrumbarse frente a mí, perdido en un huracán de malentendidos y confusión. Una noche en la que no existía el ruido ni la gente. De esos momentos en que el tiempo se detiene. La última noche que nos besamos para volver a ser dos conocidos con una historia compartida.
Disfruto tanto recordarlo, sonrío, sé que no estaba bien pero como pocas veces en la vida hice lo que quise.

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