lo de menos

Había perdido ya todos sus dientes y su vista desaparecía poco a poco pero que cosas no había visto ya, todas estaban almacenadas como recuerdos en esa memoria tan maravillosa que tenía, y regresaban diario a ella, frescos aunque hubieran pasado 40 años, y podía vivirlos de nuevo. Había leído y seguía soñando. El color de su cabello ya desvanecido contaba historias de viejos amores de juventud, y también de aquel último que la esperaba ya desde hace años en otra vida. Cada día escuchaba menos, pero no importaba, las cosas más importantes no era necesario decirlas, se sentían, y con eso no tenía problemas, su piel, arrugada como pasa, seguía sintiendo de la misma manera en que lo había hecho siempre. Sus brazos seguían repartiendo cariño a quien lo necesitara, ella con los ojos podía decirte cuánto amaba. Había vivido lo que había querido y aún le faltaba, pero a estas alturas lo de menos... era el tiempo.

Comentarios

  1. Me gustaría llegar a esos años y tener un montón de recuerdos que sacar a la luz.

    ResponderEliminar
  2. Qué bueno tener la sensación de plenitud exquisita cuando ya se llega a cierta edad y saber, que todo lo que has hecho en la vida estás orgulloso y no cambiarías ninbguna de tus decisiones... Un hurra por ese sentimiento.

    Saludos y abrazos =)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

inspira(me) ☮

Entradas populares