Amamos

Con el corazón, con los huesos, con los ojos, con la yema de los dedos. Amamos a hombres y a mujeres, a perros, a amaneceres en la playa, a canciones en la radio del coche una tarde de domingo. Amamos con las ganas, a sorbitos, con miedo, sin pedir nada a cambio, a muerte, con los ojos cerrados, con ellos abiertos, con dudas, sin temores, hasta el final, dos días, para siempre jamás, a los que ya se han ido, a los que aún no conocimos. Tantísimo que nos duele el corazón, nos parten el alma, nos hacen reír, lloramos, esperamos lo imposible o creamos los posibles más grandes del mundo. Amamos hasta la locura, sin ser correspondidos o sin ser conscientes de ello. Amamos de repente, tras años, a quien no nos lo esperamos, al amor de nuestra vida.
A quien sea, como sea, cuando sea. Porque, en realidad, es lo único que de verdad importa.
Maullidos de chicagato