Borremos el escenario, aquellos otros personajes 'extras', borremos los ruidos externos, déjemos solo las luces (que si no nos lo perdemos todo), dejémos a estos dos personajes sentados en el metro, sin importar la fiesta que ocurre alrededor.
Se miran a los ojos, se sonríen... y nada más importa.
se callan los sonidos y sólo se oye el pausado latido del corazón. muás
ResponderEliminarQué sencillo. Así deberían ser todas las cosas
ResponderEliminarsolo nosotros, y el mundo que siga girando que eso ya no es cosas nuestra
ResponderEliminar:)
Besémonos cuando estemos detrás del escenario y el público se esté aburriendo viendo un estúpido teatro de dos absurdos enamorados
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